Luchó durante la tercera guerra carlista (1872-1876) junto con su hermano Cándido.
Participó en numerosas acciones destacadas y obtuvo el grado de comandante.
A su vuelta y tras años manteniéndose al margen volvió a participar activamente en política a partir de 1904, en las filas de la Liga Foral Autonomista, organización política renovada del carlismo.
Fue repetidas veces alcalde de Ermua y Astigarraga, localidades en las que su familia tenía gran ascendencia.
En 1919 era el presidente del carlismo guipuzcoano al producirse la escisión de este movimiento, siguiendo a Vázquez de Mella.