Durante su actuación en la política defendió de forma radical el federalismo y militó en la logia masónica yorkina.
Realizó sus estudios eclesiásticos en el Seminario Conciliar de San Ildefonso en Mérida.
Apoyó en gran medida el nombramiento de Vicente Guerrero para ocupar la presidencia del país.
[2] Cuando el Congreso declaró inhabilitado a Vicente Guerrero para ejercer la presidencia, y Anastasio Bustamante lo sustituyó, fue desterrado a Nueva Orleans en compañía de Anastasio Zerecero y otros legisladores de ideología federalista, a quienes se les consideró inadaptados al nuevo régimen.
Lejos de amedrentarse, siguió publicando arengas y excitando a la población en contra del régimen centralista.