En 1948 ingresó en la Compañía de Jesús y cinco años más tarde fue ordenado sacerdote.
En 1955 publicó su primera novela en México, una obra que tendría un éxito importante en España, La vida sale al encuentro, ambientada precisamente en Vigo.
Fue premiado dos veces por la Oficina Católica de París a la mejor novela extranjera.
[12] El también jesuita Pedro Miguel Lamet escribió: «Hay lectores que lloraron con 'La vida sale al encuentro' cuando el hermanito pequeño del personaje principal, en una clara relación de homosexualidad reprimida, muere apretando con la mano una medalla de la Virgen mientras el protagonista explicitaba sus deseos de ser sacerdote.
Martín Vigil se trasladó entonces a la diócesis de Oviedo donde siguió ejerciendo el sacerdocio durante una década.