José Luis Cárcamo y Rodríguez

[5]​ Desde hacía tiempo Saldaña había estado pidiendo un obispo coadjutor para que le ayudase en la administración de la diócesis, ya que él se hallaba postrado en cama con la espina dorsal lesionada a causa de una caída.Saldaña no había podido llegar a ningún acuerdo con el presidente porque o éste proponía candidatos inaceptables para Saldaña, o éste proponía otros no menos aceptables para el presidente.Finalmente, ambos llegaros a un acuerdo y pidieron a la Santa Sede nombrar al sacerdote guatemalteco Mariano Ortiz Urruela, coadjutor de la sede de San Salvador.Lo mismo hizo con el marqués de Lorenzana, plenipotenciario del gobierno salvadoreño ante la Santa Sede.[5]​ El gobierno presentó a Cárcamo, y Saldaña lleno las preces de estilo.En el mismo mes fueron expedidas las bulas correspondientes las cuales arribaron a San Salvador en septiembre.