José Kozer
Durante tres décadas fue profesor de literatura hispana en el Queens College de Nueva York (1967-1997); después vivió dos años en España y luego regresó a Estados Unidos; reside con su segunda esposa —española— Guadalupe en Hallandale, Florida.Kozer ha dicho sobre sí mismo: "He sido toda mi vida un marginal, y no uso esa palabra gratuitamente.[3] Cuenta Kozer que la pasión por la lectura nació a los 10 años, cuando le regalaron Robinson Crusoe."La frustración fue total: nunca más pude escribir novela", ha comentado.[4] Pero al mismo tiempo descubrió que existía la poesía: "Probé y me encandiló".[5] Empezó a publicar relativamente tarde para un poeta: su primer libro apareció en 1972, cuando ya tenía más de 30 años."A la salida de Cuba con 20 años de edad se me abortó el idioma, perdí el idioma, perdí la poesía y estuve 10 años sin escribir nada; toda aquello estaba como embotado y hubo un punto en que a través de ese alcoholismo galopante en mi vida, hacia los 28 años, regresó el castellano, y todo eso volvió a salir, y recuerdo que en mis borracheras en la calle 4 en el centro de Nueva York: escribía 10, 12 poemas seguidos, uno detrás del otro".Al explicar cómo empezó a llevar sus diarios, dice en otra entrevista: "Estando en Nueva York, en una desolación fuerte —poco dinero, alcoholismo, mi primera mujer estaba en un manicomio, estaba criando una niña de dos años, una situación muy difícil—, y habiendo perdido el idioma bastante, empecé a escribir diarios, que no eran diarios, eran apuntes, a ver si ese idioma volvía.Esto me empezó a servir, porque es prosa, para liberar el idioma que estaba encasquetado ahí adentro.aunque me gusta el número ascendente, sé que no es cuestión de números, en todo caso la condena procede de la letra y no del número, y al respecto... desde hace tiempo, tal vez décadas, no me identifico para nada con el concepto de la página en blanco, por demás tan cacareado, sino con el de la página en lleno”.Pienso que han dicho y tienen mucho qué decir sobre el barroco clásico y el neobarroco, incluso si tal cosa existe, y qué poetas pueden quedar adscritos auténticamentre a la nómina... Como cualquier poeta que se precie, quiero y no quiero pertenecer al neobarroco, quiero ser uno entre pares y a la vez no quedar reducido a una nómina, a una escuela, a un modo unívoco de percibir la poesía”.Tenerife, Canarias: Editorial Católica, Ediciones Nuestro Arte, 43 págs.León (España): Editorial Instituto Fray Bernardino de Sahagún (Col.México DF: Editorial Fondo de Cultura Económica (Col.Barcelona: Ediciones Llibres del Mall ( Serie Ibérica), 160 págs.Santiago de Chile: Ediciones del Temple, Colección Amarcord, 78 págs.Matanzas, Cuba: Ediciones Vigía – Colección del Estero, 45 págs.México DF: Editorial Sin Nombre (Juan Pablos, editor), 60 págs.México DF: Trilce Ediciones (Colección Tristán Lecoq), 100 págs.México DF: Editorial Aldus (Colección La Torre Inclinada), 273 págs.Antología poética, prólogo y selección de Jorge Luis Arcos.Curitiba, Brasil: Travessa dos Editores, Organización y selección de Claudio Daniel, traducciones de Claudio Daniel, Luis Roberto Guedes y Virna Teixeira (edición bilingüe) 168 págs.A bilingual edition, translations by Mark Weiss, 219 pages.Santiago de Chile: Editorial Norma, Colección Siete VidaS, 149 págs.Colección Palabra en poesía, prólogo y entrevista de Minerva Margarita Villarreal, 198 págs.384 páginas (72) 2014 – La pulsión del lenguaje: Diálogos y poemas de José Kozer.Leiden, Bokeh press, 274 páginas (78) 2015 – Nulla Dies Sine Linea.The University of Alabama Press, Traducción de Peter Boyle, 203 págs.150 páginas (92) 2018 – Imago Mundi I, Editorial TRIFALDI, Colección de Poesía Ay del seis, Madrid.Versión al castellano, prólogo y notas de José Kozer.