[3] Adoptó las tesis bakuninistas y se integró en la Alianza Internacional de la Democracia Socialista.
A partir de aquel momento García Viñas, según Josep Termes, «a causa del tiempo libre que disponía al no ser obrero [era médico][7] y no estar atado a una rigurosa jornada laboral, acabó convirtiéndose en el eje de la organización y redactando todos, o casi, los proyectos, memorias o resoluciones de estos años.
[8] En 1876 tradujo los folletos del anarquista suizo James Guillaume Ideas sobre la organización social y Bosquejos históricos, de los que escribió el prólogo, firmando como D. G. Omblaga, doctor en ciencias.
Cuando Kropotkin visitó Barcelona al año siguiente fue huésped de García Viñas, aunque aquel lo consideraba un «jacobino».
Según el historiador Juan Avilés Farré, «José García Viñas se retiró de la organización al estimar que una organización pública resultaría contraproducente, porque al participar en ella, los mejores militantes se darían a conocer a la policía y quedarían invalidados para la acción secreta, que él consideraba la única eficaz para fines revolucionarios».