[1] En lugar de ingresar en la universidad, prefirió comenzar a trabajar y lo hizo en la compañía aérea Aer Lingus, que le permitía viajar por el mundo.
Lamento no haber tomado esos cuatro años de emborracharse y enamorarse.
[2] Cuando regresó a Irlanda después de haber vivido en Estados Unidos en 1968 y 1969, decidió dedicarse al periodismo y comenzó a trabajar en el diario The Irish Press, donde alcanzó el puesto de subeditor jefe.
Es colaborador habitual de The New York Review of Books.
Un día decidí que podía convertirme en otro y bajo ese segundo sombrero, en esa segunda piel, puedo irme a comer tras haber escrito un millar de palabras, tal vez 2.000, y disfrutar con ello.