Durante la contienda también organizó un pequeño imperio empresarial que puso al servicio del Tercer Reich.
[8] En el Marruecos español Bernhardt era representante en Tetuán de la H. & O. Wilmer, una compañía que comerciaba productos manufacturados alemanes.
[b] Pocos días después del estallido del conflicto, el 24 de julio de 1936,[12] salió en avión para Berlín junto al capitán español Francisco Arranz Monasterio y el jefe local nazi Adolf P.
Al parecer, Bernhardt habría indicado a Hitler que «el judaísmo mundial y la masonería habían decidido hacer de España una república soviética».
[21] HISMA quedaría posteriormente englobada dentro del conglomerado «Sofindus», que durante la Segunda Guerra Mundial siguió teniendo una gran actividad.
[23] Tenía, además, numerosas filiales —transportes, minería, maquinaria, cueros, vino o frutas— y desarrollaba sus actividades en diversos ámbitos.
Ello le llevó a tener un rol que iba más allá de lo meramente económico.
[27] Sin embargo, su concepción de la política exterior alemana en España le llevaría a enfrentarse personalmente con el embajador Eberhard von Stohrer.