Avanzada la guerra, HISMA se integró en la Sociedad Financiera Industrial (SOFINDUS), consorcio de empresas alemanas que acabaría monopolizando el comercio exterior español.
[3] En el Marruecos español ya se encontraba un importante empresario alemán, Johannes Bernhardt, que además era miembro del Partido nazi y jefe local del partido entre la colonia alemana de Tetuán.
Sería este personaje quien, mediante sus influencias, constituyera la figura en la sombra que manejaba la ayuda alemana a Franco y los sublevados.
[4] El 24 de julio Bernhardt y Adolf Langenheim,[5] el dirigente del Partido nazi en el Marruecos español, aterrizaron en Berlín.
[12] Sin embargo muy pronto adquirió la HISMA unas funciones mucho más encubiertas, gracias a las —en un principio— buenas relaciones de su director Bernhardt con Franco.
[14] Esta nueva empresa, registrada en Berlín,[11] quedó bien pronto bajo el control absoluto de Hermann Göring.
[16] No obstante, el dúo HISMA-ROWAK iba a sufrir un nuevo cambio: En 1937, tras la confirmación del acuerdo económico bilateral entre Alemania y España, ambas empresas terminaron integrándose en la Sociedad Financiera Industrial (SOFINDUS), un consorcio destinado a monopolizar el abastecimiento de materias primas y otros productos que la industria alemana, en ciernes de la Segunda Guerra Mundial, necesitaba para su producción.
[2] Esto no supuso la desaparición de HISMA, que continuó existiendo como una compañía subsidiaria.
[19] Sin embargo, técnicamente Sofindus (y todas sus empresas integradas, como HISMA) no fue disuelta por las autoridades españolas hasta 1948, sobre la base de un acuerdo alcanzado con los aliados.