Entre ellos destacan personajes como Anton Reicha, Ludwig van Beethoven, Ignaz von Seyfried, Johann Nepomuk Hummel o Joseph Leopold Eybler.
Wolfgang Amadeus Mozart lo consideraba uno de los mejores organistas del mundo.
[2] En su faceta de compositor se dedicó principalmente a la música sacra, llegando a escribir veintiséis misas, gran número de preludios y fugas para órgano; oratorios; cuatro grandes sinfonías; muchos quintetos, cuartetos y tríos.
Pese a las peculiaridades del arpa de boca como instrumento musical, son composiciones elegantes y muy bien escritas.
[2] Una colección de sus escritos sobre armonía, en tres volúmenes, fue publicada por su alumno Ignaz von Seyfried en 1826.