A inicios de la época colonial española había en el sitio unas 300 personas.
En 1770, conocida en ese entonces como San Felipe Jocoro, perteneció al curato de Ereguayquín.
Cinco años después fue unida al departamento de Morazán (en ese entonces llamado Gotera).
[3] A finales del siglo XIX en el lugar existían 3.650 habitantes.
En esta ocasión aparecen las «Gigantas de Jocoro», grandes figuras que amenizan las festividades.