Joan Antoni Fuster Valiente

Se inició dentro de las corrientes epigónico del modernismo con paisajes de un cromatismo decorativo y efectista, pero evolucionó, hasta el punto que se convirtió en la figura máxima del Novecentismo pictórico en Mallorca.

Mantuvo una buena amistad con los pintores Bartolomé L. Ferrà, Roberto Montenegro, Francisco Bernareggi, Sebastián Junyer, Clotilde Pascual Fibla y Antoni Gelabert.

En el epistolario de Bartomeu Ferrà se conservan varias letras manuscritas del pintor, en las que se pone de manifiesto un bullicioso sentido del humor y la ironía.

En 1949 conoce en Valldemosa a Adi Enberg, antigua compañera del escritor Josep Pla.

Hija del cónsul general de Dinamarca en Barcelona.