Su obra está dispersa en los diversos semanarios y revistas de la época, sin embargo sus mejores versos los compuso cuando era estudiante.
Colaboró con las publicaciones de su época, en cuyas páginas se hallan dispersas sus producciones.
Durante esos días en las obras del Canal dio muestras de afición por el dibujo, especialmente por la caricatura.
Por muchos años desempeñó con aplomo e inteligencia, el Consulado General de Chile en Panamá.
Rodolfo Aguilera en su obra Galería de Hombres Públicos del Istmo nos menciona: «Chile, al darle el alto puesto, no ha hecho más que corresponder al puro afecto que por esa noble nación abriga el distinguido amigo y compatriota, de quien escribimos esta pálida semblanza con particular placer».