Influido por los paisajes de Nicolaes Berchem, adoptará ahora un lenguaje más bucólico y artificial.
En Londres conoció al dramaturgo David Garrick y a su esposa, la austriaca Eva María Wiegel, que se convirtieron en ávidos coleccionistas de sus obras.
En 1763 viajó a Viena donde trabajó para la corte imperial de María Teresa y Francisco I.
Reclamado por Estanislao II Poniatowski pasó a Varsovia en 1765 para trabajar en la decoración del palacio real y en el castillo de Ujadzów.
Estos trabajos, los más ambiciosos de su carrera, le mantuvieron ocupado hasta 1767.