Figura destacada en relación con la imagen plástica de la Movida Madrileña y la Nueva Figuración de los años ochenta, en los últimos años, trabaja en arte digital, especialmente para proyecciones públicas y esculturas 3D.
Desde sus comienzos hasta hoy ha expuesto ininterrumpidamente en ferias, galerías e instituciones públicas y privadas.
Sus obras plasman la vida urbana, con la urgencia en la que se desarrollaban los acontecimientos en aquel momento.
Autor del título Madriz, revista de referencia en esos años, empieza a publicar sus primeros dibujos, textos y artículos en esta y otras revistas fundamentales de la época, tales como La Luna o Madrid Me Mata.
A finales de esta década se sumerge en otras urbes donde busca nuevos paisajes y ritmos urbanos.
En 1989 se traslada a Nueva York, cuya influencia intensifica la textura en su obra e incrementa el movimiento en la ciudad.
Durante esos años se inicia en la técnica del aguafuerte y trabaja con la galería Estiarte, realizando series que itineran por ciudades de ámbito nacional e internacional tales como Madrid, Roma, Nápoles, Tokio, París, Bruselas, entre otras.
Tras un corto paso por Venezuela, se traslada por primera vez a un entorno no urbano, en Balsicas, Murcia.
Comienza a trabajar con la galería Max Estrella, realizando exposiciones individuales cada dos años hasta entrado el siglo XXI.
La instalación Paraíso Artificial es nombrada por la crítica como la obra destacada de autor español en ARCO 2003.
En 2004 realiza un proyecto para el Ayuntamiento de Granada, Oros y espadas, una intervención en una antigua iglesia desacralizada.
Este proyecto le lleva a impartir diversos talleres en la Universidad Rey Juan Carlos.
El movimiento como medidor de tiempo en sí mismo y como elemento descriptivo que evoca un entorno sin verlo.
Ese mismo año se proyecta la obra Mientras tanto... en la Plaza de Colón, Madrid, para Marca España del Ministerio de Asuntos Exteriores, y como Marca Madrid para el Ayuntamiento.
Realiza además piezas para intervenciones en el ámbito privado patrocinadas por marcas comerciales.
[5] En esta muestra se reúnen por fin, en un marco de arquitectura renacentista, el lenguaje analógico con el digital.
Son las primeras esculturas en 3D y proyecciones que reflejan sus últimas investigaciones sobre el movimiento.
Además, retoma con fuerza su faceta de cartelista, con trabajos para el Teatro Real, ayuntamientos y otras instituciones.