El jardín es catalogado como monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para su preservación.
Una tormenta fuerte llegó y cayó un rayo cerca de la gente pero todos resultaron ilesos.
Destacaban los dos candiles en forma de barco regalados por el capitán José María Otahegui en 1787.
[2] El convento abarcaba el terreno actual del jardín, el Mercado Tangamanga y parte de la calle Morelos.
En el lugar del convento se construyó el Mercado Colón y el panteón dejó de existir.
Ahí se vendían abarrotes, ferretería, solventes, hielo y agua envasada para los vecinos de la Calle Ignacio Zaragoza.
[7] A partir de 2017 se inició la rehabilitación del parque ya que no había sido renovada en muchos años.