[1] Trabajando al principio como carpintero, y después como fabricante de pianos, invirtió los beneficios obtenidos de este negocio (expandido a Sudamérica) en bienes inmobiliarios en California.
Aun así, su empresa prosperó y en 1825 partió de Argentina para visitar Europa durante un año.
Viendo que la situación política argentina era demasiado inestable, se mudó a Valparaíso, Chile.
Sin embargo, los pedidos de pianos acumulados retrasaron su traslado definitivo ocho meses, cuando los empleados mexicanos que había contratado en su futuro destino dejaron sus empleos para unirse al ejército mexicano tras el estallido de la guerra en abril de aquel año, teniendo que permanecer en Lima para completar los pianos restantes por sí mismo.
El chocolate se vendió rápidamente, y Lick convenció a su vecino y amigo en Perú, el repostero Domingo Ghirardelli, para que se instalara en San Francisco, donde fundó la Compañía Chocolatera Ghirardelli.
Tenía un salón capaz de acomodar 400 comensales, basado en una estancia similar del Palacio de Versalles, y fue considerado el mejor hotel al oeste del río Misisipi.
[5] En los tres años siguientes, Lick pasó la mayor parte de su tiempo decidiendo cómo iba a emplear su fortuna.
En 1875, Thomas Fraser recomendó un emplazamiento en la cumbre del Monte Hamilton, cercano a San José.
En 1887, su cuerpo fue trasladado a su lugar de enterramiento definitivo, bajo la futura cúpula del Telescopio Lick.