Jaime Vidal era un hombre que amaba en gran medida el retiro y la soledad de la celda monacal para la oración personal, la meditación, el conocimiento de la Sagrada Escritura y el trabajo intelectual.
Fue aceptado en el monasterio, ya que destacaba por sus cualidades musicales, su bondad y su finura espiritual.
Por eso damos por supuesto que Jaume Vidal estudió en Salamanca, aunque no es del todo seguro.
Permaneció hasta 1645, cuando el 14 de diciembre solicitó licencia al cabildo para partir hacia Castellón.
Todas son cantos polifónicos, según el estilo del momento, acompañados de bajo continuo, aunque a menudo, y sobre todo en las obras policorales, se usaban instrumentos que reforzaban o suplían las voces de los cantores.