Jaime I de Urgel

Heredó el condado de Urgel a los ocho años, al morir su madre y renunciar a él su padre, que había sido coronado como rey.

Murió en Barcelona a los 27 años de edad, mientras se celebraban las segundas nupcias del rey Pedro IV con Leonor de Portugal.

[2]​ A su muerte, fue sepultado en el Convento de San Francisco de Barcelona, lugar donde se hallaban enterrados otros miembros de la familia real aragonesa, como el rey Alfonso III el Liberal.

En 1835 el Convento de San Francisco fue desamortizado y demolido y los restos del infante Jaime, junto a la mayoría de los restos de las personas reales allí sepultadas, aunque no todos, fueron trasladados a la Catedral de Barcelona, donde en la actualidad reposan juntos todos los restos reales procedentes del Convento de San Francisco, colocados en dos sepulcros de piedra, obra del artista catalán Frederic Marès.

En el sepulcro donde reposan los restos del infante Don Jaime también se encuentran los restos de su hermano el infante Fadrique, fallecido en 1327, y los restos de Alfonso III el Liberal, rey de Aragón.

Escudo de armas de Jaime I de Urgell.
Sepulcro del infante Don Jaime de Urgel en la Catedral de Barcelona (el sepulcro del infante es el situado a la derecha).