Iván era el único hijo del Mariscal de Campo Piotr Semiónovich Saltykov.
Con el fin de la guerra, Saltykov era ahora General pleno y fue enviado a comandar un cuerpo estacionado en las recién adquiridas provincias polacas del imperio.
En 1790, Catalina le confió el mando del ejército con base en Finlandia.
El liderazgo de Saltykov se distinguía primariamente por su tremenda valentía.
Los moscovitas por mucho tiempo recordaron su magnífico y derrochador estilo de vida.
La muerte de su esposa en 1802 fue un fuerte golpe para Saltykov, y fue un factor importante en el declive de su propia salud, que le urgió a pedir el retiro en 1804.
Se trasladó a San Petersburgo, viviendo en el hogar de su adinerado yerno Piotr Myátlev, y murió poco después.