Itome

Más tarde los hilotas se rebelaron, resistieron en la antigua ciudad destruida y finalmente consiguieron liberarse del yugo espartano con la condición de abandonar el Peloponeso.

Más adelante, el Itome jugó un importante papel simbólico en la historia de los hilotas mesenios.

La ciudad de Mesene fue fundada en el monte Itome y la fortaleza pasó a ser la acrópolis.

En primer lugar el terremoto dejó sentir sus efectos destructivos sobre el centro urbano, si bien Plutarco[1]​ indudablemente exagera al decir que solo cinco casas quedaron en pie.

Diodoro Sículo[2]​ habla de más de 20 000 lacedemonios muertos, cifra por otra parte redonda y sospechosa, desde el momento en que un gimnasio se derrumbó cuando muchos jóvenes practicaban ejercicios y por su grave incidencia sobre la endémica oligantropía espartana (homoioi).

Lógicamente la capacidad lacedemonia se resintió, como atestiguaría el que Esparta no pudiera cumplir la promesa hecha a los tasios en 465 a. C. de apoyar con una invasión del Ática su rebelión contra los atenienses.

En 456-455 a. C. el estratego ateniense Tólmides asentará a estos mesenios en el estratégico enclave de Naupacto, en la vertiente norte del golfo de Corinto, aprovechando una stasis o conflicto civil que había estallado entre los naupactios y los locros ozolas.

Mesenia: Ruinas antiguas, la localidad de Mavromati y el monte Itome.