Estas islas constituyen pequeñas poblaciones aisladas que hablan lenguas polinesias.
Los análisis lingüísticos hacen pensar que estas poblaciones emigraron de la Polinesia occidental (Samoa, Tonga, Tuvalu, Wallis y Futuna) antes del primer milenio de nuestra era.
El hecho de estar más relacionadas con Samoa que Tonga sugiere que hubo un contacto entre las islas periféricas y el área de la Polinesia occidental antes de que Tonga extendiese su influencia cultural sobre las islas vecinas.
En algunos casos, aunque se mantiene la lengua polinesia, se han adaptado formas culturales propias del entorno de influencia micronesia o melanesia.
Entre las isles periféricas polinesias se incluyen: También se puede incluir la isla Norfolk, territorio externo de Australia situado entre el continente y Nueva Zelanda, pero su historia es diferente, la cultura mestiza polinesia e inglesa proviene del asentamiento del habitantes de la isla Pitcairn en el año 1856.