Desde mediados del siglo XX esos canales son recorridos con seguridad por grandes naves de todas las naciones, gracias a los numerosos reconocimientos y trabajos hidrográficos efectuados en esas peligrosas costas.
Por más de 6000 años estos canales y sus costas han sido recorridas por los kawésqar, indígenas, nómades canoeros.
[3] Existen alturas bastante notables que sirven para reconocer la entrada a los diferentes senos, canales o bahías.
Estas están claramente indicadas en las respectivas cartas y derroteros de la región.
[5] La región es afectada continuamente por vientos del oeste y por el paso frecuente de sistemas frontales.
Sus límites son: En su costa norte se encuentra puerto Bárbara que tiene 6 a 8 metros de profundidad en su fondeadero.
El puerto es sólo apropiado para goletas loberas o buques pequeños que cuenten con la asesoría de un práctico regional.