Isabel de Requesens y Enríquez de Velasco

Quedó huérfana el año 1506 con una gran fortuna y buena parte de los títulos paternos.Aunque esta ganó el litigio, le cedió los títulos a Isabel, que fue la tercera condesa de Palamós.A finales de ese mismo año, en Nápoles, tuvieron lugar las celebraciones, delante del propio rey.[2]​ El pintor Rafael Sanzio y su discípulo Giulio Romano hicieron un retrato de ella encargado el año 1518 para el cardenal Bibbiena para regalárselo al papa León X en la corte francesa y complacer así al rey Francisco I de Francia, hombre mujeriego y rival del marido de Isabel, Ramón Folch de Cardona-Anglesola.En vida, tuvo fama por su belleza, haciéndose copias del cuadro que de ella pintó Rafael, y dedicándosele versos.