Isabel Vicente García

[1]​ Tenía tres años cuando su familia emigró en busca de trabajo a Barcelona.

Al caer Cataluña se exilió en Francia y fue recluida en los campos de refugiados del noroeste donde coincidió con sus compañeras de las JSUC María Salvo y Soledad Real entre otras.

No la aceptaron, y se dedicó a la confección de pantalones.

[3]​ Colaboró en el primer proceso de reorganización del PSUC, conectó con militantes clandestinos para ayudar a los presos.

[4]​ Cuando salió se reincorporó al trabajo clandestino y fue detenida varias veces más, una de ellas en 1951 cuando ya la habían readmitido en La Sedeta, por sus actividades en la huelga general,[5]​ volviendo de nuevo a Les Corts, donde pasó seis meses encarcelada.