Isabel Gabriela de Baviera

Apasionado de la oftalmología, instaló una clínica en Possenhofen, que mantenía con su dinero y donde él mismo operaba a sus pacientes, asistido por una enfermera —su propia esposa María—.

Isabel organizó hospitales de campaña, alentaba a los médicos, curaba a los heridos cuando era necesario y, para elevar la moral de las tropas, creó la Orquesta Sinfónica del ejército en campaña.

Sus encuentros con personajes tan dispares como Albert Einstein, Colette, Pau Casals, Romain Rolland, Columba Marmion, Verhaeren o Loti, acabarían por convertirse en amistades con las que mantendría frecuente correspondencia.

Tras la guerra, acrecentó sus obras caritativas, sociales y médicas, que recibieron un inmenso apoyo.

A pesar de ello, su octogésimo cumpleaños fue celebrado en medio del regocijo popular.

Isabel y Alberto fotografiados en el día de su boda, el 2 de octubre de 1900.