Así, cuando estalló la guerra civil española, la mayor parte de la población, incluidos sectores de la izquierda, apoyó al bando nacional, sobre todo después de que se conociera la persecución religiosa contra el clero católico desencadenada por el bando republicano que fue ampliamente descrita por la prensa ―que también recordó los lazos históricos que unían a la «católica Irlanda» con la «católica España»―.Además los sermones de las misas solían contener alabanzas al general Franco.[1] Las autoridades religiosas irlandesas presentaron los sucesos de España con un contraste sombrío en el que se comparaba la persecución religiosa con una «batalla entre Cristo y el anticristo, donde la religión estaba siendo atacada y la civilización cristiana en peligro por el veneno del comunismo».Pronto, la mayoría de los obispos irlandeses se posicionaron a favor del General Francisco Franco.[5] Hubo varias organizaciones de izquierdas que apoyaron a la República, aunque en menor número.Algunos estuvieron involucrados en movimientos clandestinos y otros tantos mantuvieron posiciones opuestas a los "Camisas Azules" de O'Duffy y a los "Camisas Verdes" del NCP, mientras que otros señalaron que «el fascismo amenazaba Irlanda».Uno de estos fue Michael O'Riordan, quien en un futuro iba a ser el líder del Partido Comunista.[11][12] Dos años después fallecería Paddy Cochrane, quien ejerció de médico en la contienda.
Frank Ryan (a la izquierda) junto con John Robinson en España en 1936