En la primera mitad del siglo XX los comunistas irlandeses no consiguieron suficiente apoyo, en buena parte por la hostilidad comunista hacia la religión, en un momento donde la mayoría de población de Irlanda era católica practicante.
Las acciones que se tomaron contra la Iglesia católica en la Guerra Civil Española profundizaron en esta visión, mostrándolos como un movimiento político autoritario y extranjero.
Históricamente, el Partido se ha encuadrado en el ala del comunismo inspirado en la Unión Soviética.
El IWP condenó la invasión soviética a Checoslovaquia, aunque O'Riordan estuvo en contra de este posicionamiento.
[4] Los comunistas también criticaron el Acuerdo Anglo-Irlandés, apuntando que "subraya la partición y da a Gran Bretaña una voz directa en los asuntos de la República".
Actualmente, el CPI mantiene posiciones críticas contra el sistema capitalista y defiende la construcción del socialismo.