[2] Posee una abertura central de tamaño variable que comunica las dos cámaras, llamada pupila.
Su función principal es controlar la cantidad de luz que penetra en el ojo.
En los niños recién nacidos, el color del iris suele ser azul claro o grisáceo.
La coloración definitiva se alcanza entre los seis y diez meses.
En cambio, si esta se distribuye por todo el espesor del iris, el ojo es de color negro.