En animales y plantas, los iones inorgánicos son necesarios para la actividad celular vital.
Contribuyen a la presión osmótica de los fluidos corporales y desempeñan otras funciones importantes.
Esto permite a los iones de sodio coordinar procesos mucho más intensos, como el movimiento y la cognición.
[8] Ese poro central de los iones de sodio dicta la selectividad del canal: tanto el radio iónico como la carga iónica son claves en la selectividad del canal.
[9] En la actualidad, los canales iónicos de cloruro no se conocen del todo, y es necesario seguir investigando.