Intoxicación por hierro

Los síntomas leves que ocurren en cuestión de horas incluyen vómitos, diarrea, dolor abdominal y somnolencia.

[1]​ En casos más graves, los síntomas pueden incluir taquipnea, presión arterial baja, convulsiones o coma.

[2]​ De no ser tratada, la intoxicación por hierro puede provocar una insuficiencia multiorgánica que resulta en daño orgánico permanente o la muerte.

[1]​[2]​ Las sobredosis de hierro se pueden clasificar como ingestión involuntaria que se asocia predominantemente con niños o ingestión intencional que implica intentos de suicidio en adultos.

[6]​ El choque hipovolémico se produce debido a la pérdida de sangre por la hemorragia gastrointestinal causada por el hierro.

Durante esta fase, la acidosis metabólica también puede desarrollar órganos internos dañinos como el cerebro y el hígado.

El hierro es empleado también como cofactor para reacciones con el citocromos y otros elementos encargados del transporte de electrones a nivel mitocondrial.

[7]​ El tratamiento de la intoxicación aguda por hierro implica proporcionar al paciente asistencia respiratoria y deferoxamina intravenosa.

[7]​ Los pacientes que presenten síntomas graves en la fase gastrointestinal deben recibir reanimación volumétrica para evitar el choque hipovolémico por la pérdida de volumen sanguíneo.

[4]​ La solución salina normal se administra por vía intravenosa para mantener un volumen adecuado de líquido en el cuerpo.

La deferoxamina es un fármaco que se utiliza en casos de intoxicación grave por hierro.

Es un agente quelante y se une al hierro libre en el cuerpo para ser eliminado por los riñones a la orina.

mg/kg hasta 35 mg/kg por hora y sin exceder la dosis diaria máxima de 6 g para adultos.