Insuficiencia pancreática exocrina
[2] Todas ellas es muy poco frecuente que puedan producir una insuficiencia pancreática exocrina y en su conjunto representan menos del 5% de todos los casos que cursan con IPE.[1] Asimismo, la pérdida de peso es también un signo demasiado tardío y se produce en fases muy avanzadas.La flatulencia se origina por la fermentación bacteriana de las sustancias alimenticias no absorbidas, que liberan abundantes gases tales como hidrógeno y metano.Esta afección puede pasar desapercibida durante mucho tiempo (varios meses, o incluso años), tanto porque los signos y síntomas son similares a los de otras enfermedades gastrointestinales que pueden interferir con la digestión y la absorción de la grasa, como porque los signos y síntomas de la EPI en algunos casos pueden quedar enmascarados por las restricciones que efectúa el paciente en la alimentación.[2] Se lleva a cabo actualmente mediante dos tipos de pruebas: directas (precisan intubación duodenal) e indirectas.Esta prueba sólo está disponible en unos pocos centros, es invasiva y desagradable para los pacientes, laboriosa de realizar, difícil de interpretar y cara, por lo que generalmente no se indica en la práctica clínica y actualmente está casi abandonada por completo.[1] No obstante, la IPE también puede ser el resultado de enfermedades no pancreáticas, principalmente en pacientes con la estructura del páncreas normal, según lo revelado por avanzadas técnicas de imagen abdominal (por ejemplo, resonancia magnética, ecografía endoscópica y tomografía axial computarizada).La dieta debe ser bien balanceada, rica en proteínas, vitaminas y en fibra vegetal.Se recomienda realizar comidas frecuentes y poco copiosas, remarcando nuevamente la necesidad de ingerir lípidos para mejorar su absorción y mejorar la eficacia del tratamiento enzimático sustitutivo.Tradicionalmente se ha recomendado una restricción del aporte de grasas en la dieta.Por ejemplo, los pacientes con pancreatitis autoinmune o fibrosis quística pueden progresar a insuficiencia casi completa, mientras que aquellos con IPE inducida por el alcohol, pueden recuperarse, o al menos, detener la progresión de la insuficiencia pancreática si se abstienen por completo y de forma indefinida del consumo de alcohol.