Inquisición en Guatemala

La Inquisición se estableció en América a muy poco de haberse realizado la conquista, llegando el primer comisario a Guatemala en 1572, y terminó en 1813; los casos más importantes estuvieron relacionadas con los levantamientos independentistas de Belén y de El Salvador entre 1811 y 1813.[1]​ La corona española se enfocó en la catequización de los indígenas; las congregaciones fundadas por los misioneros reales en el Nuevo Mundo fueron llamadas «doctrinas de indios» o simplemente «doctrinas».[7]​ De acuerdo al historiador Ramón A. Salazar lo que permanecía en la biblioteca correspondía a ciento noventa y cinco causas, que se referían a: superstición, blasfemia, sacrilegio, pacto explícito, poligamia, judaísmo, delitos contra el estado —esta incluían causas contra los líderes independentistas de principios del siglo xix— y delitos de sacerdotes solicitantes en el confesionario —las que, de acuerdo a Salazar fueron las más numerosas y escandalosas—[7]​ Un ejemplo específico que cita Salazar fue el del subidiácono Manuel Antonio Azañudo, quien impartió misa en San Vicente, El Salvador, sin estar autorizado y se entregó él mismo.[9]​ El reo fue extraído de las cárceles secretas en Belén y fue llevado en carruaje al tribunal, resguardado por el alguacil mayor doctor José Aycinena y dos notarios.quien dirigió su ira no solamente contra los pensadores de la Ilustración, sino que contra los curas mexicanos Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos.