En biología, se refiere al daño causado a un organismo por su propia respuesta inmunológica, como resultado de una infección.
Estas respuestas son el sistema inmunológico luchando contra los antígenos extraños, ya sean mortales o no.
Hay ciertos problemas o fallos en el sistema inmunológico que pueden conducir a enfermedades más graves.
Los problemas que surgen de cada tipo varían desde pequeñas reacciones alérgicas hasta enfermedades más graves como la tuberculosis o la artritis.
Los dos tipos son la Inmunodeficiencia Primaria, en la que al sistema inmunológico le falta un componente clave o no funciona correctamente, y la Inmunodeficiencia Secundaria, en la que la enfermedad se obtiene de una fuente externa, como la radiación o el calor, y por lo tanto no puede funcionar correctamente.
[2][3] En todos los vertebrados hay dos tipos diferentes de respuestas inmunológicas: inmunidad innata y adaptativa.