Cabe destacar una característica común a toda la emigración italiana en Latinoamérica: los italo-cubanos, aunque muy pocos, alcanzaron niveles muy altos en la sociedad cubana.
Por ejemplo, Juan Bautista Spotorno (hijo de una acaudalada familia italiana residente en Trinidad) nació en Cuba en 1832 y fue un patriota cubano que llegó a ser Presidente de la "República en Armas" en 1876.
[3] A mitad del siglo XIX hubo una muy pequeña colonia italiana en Cuba: eran principalmente hombres de cultura, arquitectos, ingenieros, pintores y artistas en muchos casos con sus respectivas familias.
[4] Spotorno llegó a ser Presidente de Cuba en 1875-1876, cargo que fue caracterizado por su honestidad y rectitud.
[9] En 2008 la comunidad italiana en Cuba era de 2.340 individuos, concentrados en la capital y en áreas turísticas como Varadero.