La inmigración británica en Paraguay tuvo su auge durante los siglos XIX y XX.
Las penurias que debieron pasar estos ingleses y algunos alemanes en gran medida limitaron próximas partidas de inmigrantes.
[2] Durante casi un cuarto de siglo, el Dictador sólo permitió que unos pocos extranjeros pudieran ingresar al país.
[2] Una vez familiarizado con el mercado paraguayo, el joven comerciante hizo venir a su hermano William de Escocia, y entre los dos realizaron lucrativos negocios hasta 1815, cuando el doctor Francia les prohibió volver al Paraguay.
[2] Algunos años después, publicó sus impresiones y vivencias bajo el título de "Letters from Paraguay".
La mayor parte eran solteros y no se arraigaron en el país, marchándose una vez finalizados sus contratos.
[21] Más tarde, en 1868, el propio Mariscal López mandó a torturar y fusilar a John Watts[22] en el triste episodio conocido como los procesos de San Fernando, donde también fue torturado y fusilado el comerciante William Stark.
[2] Otros apellidos que registra la historia de aquella época son, Valpy y George Thompson.
[2] Este último cayó prisionero en 1868 y escribió la primera historia de “La Guerra del Paraguay”, en inglés; después de terminadala contienda volvió al país y se casó con una paraguaya, Francisca Haedo, con quien tuvo descendencia.
[23] Párrafo aparte merece el Dr. Guillermo Stewart, jefe de sanidad del ejército paraguayo.
[24] Escocés de nacimiento, llegó al país en 1856 y entró en el servicio militar como cirujano, ascendido al más alto grado por su eficiencia fue médico personal de López durante la guerra.
Organizó un sistema hospitalario e indujo al gobierno a traer otros médicos ingleses como ayudantes.