Inés Arredondo

Se graduó en 1950 con una tesis titulada Sentimientos e ideas políticas y sociales en el Teatro Mexicano de 1900 a 1950.

Convive con Rosario Castellanos, Jaime Sabines y Rubén Bonifaz Nuño como compañeros de estudio.

[4]​ En 1958, se casó con el escritor Tomás Segovia, con quien tuvo 4 hijos: Inés, José, Ana y Francisco.

De ellos, José falleció tras el parto, lo que le provocó a Arredondo una fuerte depresión.

En 1962, en un intentó por resolver problemas maritales que tenía con su marido, ambos se mudaron a Montevideo, donde Arredondo trabajó en la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC).

En 1972, contrajo matrimonio por segunda ocasión con el médico cirujano Carlos Ruiz Sánchez, con quien permaneció hasta su muerte.

[9]​ Si bien Arredondo comparte inquietudes y temas con otros miembros de dicha generación, también lo hace con escritoras como Amparo Dávila, Guadalupe Dueñas o Elena Garro.

Estos son transmitidos a través de una escritura que revela una feminidad feroz».

[14]​ También, «muchos de sus relatos tocan aspectos de una condición muy particular, la femenina, ya sea por las problemáticas que en ellos se plantean (…) o por la mirada y la voz de quienes cuentan las historias»[14]​ pero, para Inés Ferrero Cándenas, es precisamente la experiencia del límite la que se encuentra como eje en los 34 relatos que conforman su producción cuentística, puntualmente en su segundo libro, Río subterráneo.