Disfunción eréctil

Los cálculos varían desde 20 hasta 30 millones de casos, según la definición que se utilice.

[2]​ Sin embargo, la disfunción eréctil no es necesariamente una parte inevitable del proceso de envejecimiento.

[cita requerida] Debido a la toma de fármacos para tratar problemas del hígado.

El incremento de prolactina que pueden producir algunos fármacos, como los ansiolíticos y antipsicóticos (risperidona, olanzapina, haloperidol), puede provocar también disfunción eréctil.

Las principales ventajas que aportan frente a los demás especialistas son la visión integral del paciente, la proximidad, la accesibilidad y la capacidad para la entrevista clínica.

Los pacientes experimentaron una mejora en la erección y un aumento en la rigidez del pene, especialmente cuando se combinaban con las clásicos inhibidores de la fosfodiesterasa.

[4]​[5]​ Aunque el término impotencia (del latín impotens, "no poder") se usa coloquialmente para describir los problemas que interfieren con la relación sexual y con la reproducción, tales como la falta de deseo sexual (véase libido) y los problemas con la eyaculación o con el orgasmo, los especialistas en sexología y educación sexual concuerdan, sin embargo, que el uso del término disfunción eréctil resulta mucho más adecuado, pues no implica una calificación ni un prejuicio de la persona que presenta esa dificultad.

Aunque puede decirse con seguridad que todo hombre experimenta de vez en cuando dificultades para mantener la erección, la disfunción eréctil se define como la incapacidad para mantener una erección suficiente para el coito al menos en el 25 por ciento de los intentos.

También sigue usándose el término latino impotencia erigendi, es decir, la incapacidad para la erección del pene.

Al ser causada por diversas enfermedades, se impone un estudio multidisciplinario integrado en un mismo equipo de trabajo.

Los más utilizados son el IIEF (International Index of Erectile Function, es decir, el Índice Internacional de la Función Eréctil) y su versión más sencilla: el test SHIM (Sexual Health Inventory for Men, es decir, el Inventario de Salud Sexual para Varones).

Anuncio con la cura para la impotencia, en el periódico La Democracia, en 1891