Immensa pastorum suele citarse como una encíclica, así lo hace San Pío X, cuando en su encíclica Lacrimabili statu Indorum se refiere al texto de Benedicto XIV como precedente, reproduciendo algunas de sus partes.
Por ello quiere manifestarles el dolor con el que comprueba que, a pesar del afán y los medios con los que la Santa Sede, con la colaboración de los príncipes católicos, ha llevado la luz de la fe a aquellas tierras todavía, y sobre todo en esas regiones del Brasil, hay fieles católicos, que olvidando la virtud de la caridad desoyen esos consejos y tratan con crueldad y esclavizan a indios, tanto cristianos como infieles.
Pasa a continuación el papa, a confirmar las cartas enviadas por sus predecesores[7] a distintas dignidades eclesiásticas y civiles para corregir los comportamientos impropios de la caridad cristiana; continuando esos mismos criterios el papa recomienda y manda a cada uno de los obispos y a sus sucesores que dicten Esta misma pena canónica establecen para los que colaboren con los que realicen estos actos, o propalen que esto es lícito.
El papa pide que para resolver esta situación se utilicen los remedios de derecho o de hecho que sean necesarios, incluso invocando, si es necesario, el auxilio del brazo secular.
Concluye insistiendo a los obispos en al ejecución de las presentes letras poniendo en ello empeño, celo y la caridad a la que están obligados.