[5] Según el periodista Luis Hernández Navarro, en el CCH Naucalpan, Ignacio del Valle tuvo conocimiento de las guerrillas del Che Guevara, Lucio Cabañas, Genaro Vázquez y Ho Chi Minh, lo que aumentó su interés por involucrarse en los problemas sociales de su comunidad.
Después del CCH inició estudios de sociología en la UNAM, pero no terminó la carrera.
[5] Posteriormente vino el período del «Frente de Pueblos Unidos por la Defensa de las Tierras» (FPDT), del cual es líder hasta la fecha y en algún momento se integró al movimiento «La Otra Campaña», también neozapatista.
[8] Ciertos actores enfatizaron la creación de empleos temporales e indirectos que «por los miles» se derivarían de la construcción del aeropuerto, pero otros se opusieron a abandonar sus tierras.
[9] La construcción del aeropuerto dividió las opiniones y a la propia HAUSA.
Este grupo político, surgido en los setenta del siglo XX en torno a la figura del político mexiquense Carlos Hank González, habría impulsado inicialmente el proyecto para lucrar con tierras adquiridas previamente,[12] pero posteriormente se confrontó con Fox y aliados de otro grupo político mexiquense debido a modificaciones al proyecto de aeropuerto original, que ponían en desventaja de valor a los terrenos que el grupo Hank había comprado anteriormente con información confidencial.
Según esta versión, fue este pleito entre políticos, más que la propia movilización de Del Valle y sus compañeros, el que habría llevado a Fox a dejar caer la construcción del aeropuerto.
El día 30 de noviembre, un juez otorgó la primera suspensión contra la expropiación del ejido San Miguel Tocuila.
Los ejidatarios mantienen viva la movilización y se solidarizan con otros movimientos»[18] Esto se consiguió mediante la firma de un acuerdo político entre las partes, en el que estableció por escrito que «Los Gobiernos Estatal y Federal se comprometen a no ejercer ningún tipo de acción jurídica en contra de los activistas y organizaciones sociales que participaron durante el movimiento por la defensa de la tierra».
En este último caso, explican, tomaron como rehenes a un funcionario municipal y a otro estatal, los golpearon, les colocaron cohetones en el cinturón y rociaron gasolina en sus pantalones.
Para otros, el sumarse de los ejidatarios a otras causas del mismo tipo y viceversa, es un proceso natural.
[23] Especialmente fuerte era la relación con el movimiento neozapatista antes mencionado, «La Otra Campaña».
Higinio Martínez Miranda, presidente municipal perredista de Texcoco en el trienio 2003-2006, puso en marcha un programa de reordenamiento urbano que, entre otras cosas, quería poner fin a esta práctica.
[31] En 2006, Martínez dejó su cargo para iniciar una campaña para diputado y quedó en su lugar como interino a Nazario Gutiérrez Martínez, quien consideraba indispensable la reubicación de los floricultores, bajo el mencionado programa.
La vivienda, en la que se atendía a lesionados y de donde habían salido en la madrugada los floristas y atenquenses, fue rodeada por 300 policías antimotines estatales, a los que se sumaron 200 más en el transcurso del día.
Según el diario La Jornada, durante varias horas, los atrincherados intentaron comunicarse con diversas autoridades, sin éxito.
Se produjeron entre 28 y 40 arrestos, según versiones, incluyendo el de Del Valle.
Varios policías fueron tomados rehenes, uno de ellos brutalmente golpeado por los lugareños, hecho ampliamente divulgado por diversos medios.
Posteriormente una parte de ellos fueron liberados y los heridos entregados a la Cruz Roja.
[40] A las 18:00 horas el Secretario de Gobierno Humberto Benítez había reportado 33 policías heridos.
[51] Fuentes zapatistas señalan un total de hasta 290 heridos, muertos, desaparecidos o detenidos en los dos días.
[52][53] No se cuenta con datos del número de los policías afectados en esta jornada.
A ambos les fue impedido hablar con sus abogados y fueron asistidos por defensores de oficio.
Para Robledo, merecía estar en La Palma, donde finalmente fue recluido, sin necesidad de ningún estudio que determinase su peligrosidad.
Cabe señalar que no hubo posteriormente ninguna acusación formal por delito de homicidio.
[59] En estas causas también se involucró a la hija de Ignacio, América.
También se argumenta que las retenciones hechas por los atenquenses no debían de ser equiparadas con secuestros.
[66] En votación dividida (cuatro votos contra uno), los ministros concedieron el amparo en favor de Ignacio del Valle Medina, Felipe Álvarez Hernández y Héctor Galindo Gochicoa, recluidos en el penal de máxima seguridad del Altiplano.
[67] Posteriormente, América del Valle, que ya había pedido asilo político a Venezuela, también fue exonerada.