Las iglesias normalmente han sido excavadas en el suelo o en la cara de una colina o montaña, y en cuanto a su complejidad constructiva son comparables a las construcciones edificadas.
La construyó el rey Lalibela, que en su momento fue un devoto cristiano.
[1] Las once iglesias cueva monolíticas del siglo XII, también denominadas 'Nuevo Jerusalén', se sitúan en una región montañosa en el corazón de Etiopía cerca de una aldea tradicional con viviendas en forma circular.
[2] Existe un cierto número de iglesias monolíticas en otros lugares del mundo.
Sin embargo, ninguna tiene las paredes exteriores exentas como en Lalibela y son más parecidas a los monasterios cueva que consisten en túneles construidos en la roca.