En la realización de la iglesia, los personajes más importantes son Francisco Xavier de Brito, que ha hecho la capilla mayor, el ingeniero militar Pedro Gómez Chaves y Antonio Francisco Pombal para la construcción.
Pero el espacio interior es modulado por un decágono que da la sensación de un elipse, o una ojiva contorneada por seis altares laterales.
El interior es una explosión del barroco: está lleno de detalles, imponente y con una gran perspectiva marcada, como si fuera teatral.
En el friso superior hay representaciones de las virtudes cardinales: un pilar, una trompeta, un espejo y una espada.
Junto a estos símbolos se pueden encontrar imágenes de cruces, anclas, algunos niños y una serpiente.