Se comenzaron los trabajos bajo la dirección del ingeniero arquitecto, belga, Agustín Goovaerts, hombre de profundas convicciones religiosas.
A partir de 1928, el ingeniero Pepe (Jesús) Mejía, socio del belga en la firma de arquitectura Félix Mejía y Cía., concluyó los trabajos en 1930, pues Agustín había regresado a su país.
Para reducir costos el material de playa se extraía del río Medellín y hasta el propio arquitecto rebajó en sus honorarios.
En 1945 se discutía la inconveniencia que la línea del Ferrocarril permaneciera donde estaba, pues el transporte en bus iba en crecimiento y requería adecuar el espacio para las vías.
Es lógico que a lo largo de un sistema como el Ferrocarril se desarrolle el comercio y no la vivienda.
El Sagrado Corazón de Jesús es un templo neogótico, estilo que desde finales del siglo XIX se consideraba como el más apropiado para las iglesias.
Las columnas sostienen a su vez arcos ojivales que le dan ritmo al espacio interior.