La obra se inició sobre el antiguo palacio Ruccellai, comprado en 1733 por el trinitario padre Lorenzo en nombre de las provincias de Castilla, León y Navarra por 25.471 escudos romanos con rescripto del papa Clemente XII.
Más tarde 1880, reducida al mínimo la comunidad de los padres trinitarios, los superiores decidieron transformar el convento en «Colegio para las misiones del Extremo Oriente» de los Dominicos, convirtiéndose desde aquel momento en sus tutores y propietarios.
Además, se pueden observar escudos de Felipe V, bajo cuyo reinado fue fundada.
El interior, precedido de un vestíbulo, es de planta planta elíptica con siete capillas intercomunicadas, cuatro a la derecha y tres a la izquierda.
Las pinturas presentes en la iglesia son originales del settecento, entre las que destaca "La Inmaculada Concepción" de Francisco Preciado de la Vega, realizado en torno a 1750.