No existe unanimidad entre los historiadores sobre la autoría de las trazas de la iglesia, que algunos atribuyen a Hernán Ruiz II y otros a Francisco Rodríguez Cumplido.
La planta es de cruz latina inscrita dentro de un rectángulo, y está compuesta con una sola nave con capillas laterales que se comunican entre sí por pequeños huecos entre los muros que las separan.
El crucero se cubre con una alta cúpula sobre pechinas de base octogonal.
Tanto los brazos del crucero como la cabecera se cubren con elegantes bóvedas decoradas con casetones y motivos muy clásicos.
Esta portada de estilo manierista está formada por un vano de medio punto flanqueado por pilastras almohadilladas sobre las que se dispone un frontón triangular rematado por sencillas pirámides sobre bolas escurialenses.