Se encuentra documentada en el testamento del conde Wifredo II de Cerdaña, del año 1035 en el que deja en alodio a Soriguerola y su iglesia a su esposa.
Esta iglesia fue saqueada por las tropas cátaras en el año 1198.
En el exterior, el frontispicio situado en la parte meridional está construido con hileras de opus spicatum y es donde tiene situado, descentrado, un pequeño campanario de espadaña.
En el ábside también se aprecia el opus spicatum y una ventana del tipo aspillera en su centro.
La pintura está atribuida al llamado maestro de Soriguerola.