La nave central se encuentra coronada por una bóveda fruto de un arco rebajado, dividida en cinco tramos por arcos fajones resaltados que no llegan hasta el suelo, sino que llevan su peso a ménsulas de granito.
La bóveda está decorada con grandes casetones que dan lugar a efectos de luces y sombras.
La cabecera, con testero recto de granito, aparece como un espacio casi insignificante debido a su desproporción respecto al crucero, aspecto que se palía por un medio retablo de trazado barroco que cobija al Cristo Crucificado y la Caja del Santísimo Sacramento.
El brazo izquierdo del crucero hay una capilla dedicada al Santísimo Sacramento, con un altar propio sobre el que se encuentra un pequeño retablo, también de inspiración barroca.
En el brazo derecho del crucero existe otra capilla dedicada al Arcángel San Rafael, con su talla de madera.