Se trata de una iglesia del siglo XVII, época barroca, aunque el estilo al que pertenece es el renacentista, con reminiscencias góticas, como son las bóvedas de crucería.
Comenzaron las obras del edificio actual en el año 1591, según trazas de Bartolomé de Hermosa, terminándose en torno al año 1630.
Tiene un arco de medio punto con pilastras a los lados y por encima arquitrabe; remata el conjunto un arco de triunfo con casetones en el intradós, coronando el conjunto un frontón partido.
Su planta es "de salón", esto es, tres naves de la misma altura, y está rematada por un ábside poligonal.
Hay otros retablos, churriguerescos, ya del siglo XVIII, dedicados respectivamente a la Virgen del Rosario y al Apóstol Santiago.