La decoración de la capilla fue confiada al entonces recién graduado arquitecto Antoni Gaudí (1879-1881), que supuso el inicio de varias obras para esta congregación.
[3] La Congregación edificó un colegio en 1850 y, en 1876, encargaron al arquitecto Joan Torras i Guardiola una capilla para el colegio, situada en la calle de San Jaime n.º 40 (actualmente calle del Vallés).
[4] Incendiada en 1909 durante la Semana Trágica, los maristas vendieron la finca y la iglesia fue utilizada como almacén de grano, hasta que en 1923 fue comprada por el Obispado de Barcelona, que la consagró a san Paciano.
[6] Gaudí realizó diversas intervenciones en la iglesia y el colegio: en la primera diseñó el altar, la custodia, el mosaico del pavimento y la iluminación; en el colegio fue artífice del mobiliario.
Este pavimento fue restaurado en 1986 por Lluís Bru, cuya intervención fue inaugurada en 1989 por el cardenal Narcís Jubany.