La iglesia se organiza según una planta de salón con proporción dupla, (la longitud total igual al doble de la anchura), que se muestra con mayor amplitud en su nave central y en el crucero.
El planteamiento general del edificio se debe principalmente a tres maestros sucesivos, responsables de sus respectivos tramos.
Obra suya es también la Capilla de la Antigua, que conserva una sobria portada articulada mediante dos semicolumnas, frontón triangular y vano de medio punto, que se cierra con una reja renacentista.
La cabecera debió ser diseñada por el arquitecto milanés Vermondo Resta a principios del XVII y realizada por Lorenzo de Oviedo.
También se prendió fuego al Archivo de la parroquia, que era muy rico en documentos.